Cebos en gel para el control de cucarachas

Hoy en día se ha extendido el uso de cebos en gel para el control de cucarachas, convirtiéndose en uno de los principales métodos para exterminar a estas intrusas molestas, dado que es un método más preciso y seguro que el que se venía utilizando.

Sin embargo, hay que ser un gran especialista para poder usar esta herramienta de manera eficaz, teniendo un enorme conocimiento en la biología y comportamiento de las cucarachas para la correcta elección y aplicación de estos cebos para atraer su atención y apetencia.

Cebos para cucarachas

El primer cebo que se comercializó para el control de cucarachas fue vendido en Reino Unido y en Estados Unidos a finales del siglo XIX.

Éste consistía en fósforo agregado a una pasta de harina endulzada. Desde ese momento, los cebos han sufrido una gran evolución hasta la actual llegada de los geles, los cuales llegaron al mercado a finales de los 90, convirtiéndose, como hemos dicho anteriormente, en el método más utilizado en el control de plagas de cucarachas.

Este tipo de cebos son menos tóxicos si los comparamos con las fórmulas de pulverización residual que se utilizaban anteriormente, puesto que se aplica en dosis muy bajas y precisas y se coloca muy cerca de los refugios de cucarachas o de las áreas donde se conoce que habitan.

El uso de éste tipo de cebos de gel se usa en lugares como zoológicos, espacios donde hay niños, áreas eléctricas y en industrias alimentarias.

Su uso en espacios urbanos

cucarachas

En el entorno urbano, existe muchas fuentes de alimento de las cuales, las cucarachas pueden alimentarse, por ello para que estos cebos resulten atractivos para ellas, deben contener nutrientes limitados y únicos.

Esto se debe a que, el valor nutricional de los alimentos suponen un aspecto muy significativo en el desarrollo y reproducción de las cucarachas.

En su primer estadio de vida, los carbohidratos son su fuente principal de alimentación, la cual disminuye conforme van creciendo. Sin embargo, su alimento principal es la proteína, la cual necesitan a lo largo de toda su vida, aunque en menor medida.

Conocer bien los nutrientes que necesitan las cucarachas ayuda en el desarrollo de los cebos, pues dentro de él debe tener la fuente de alimento que proporcione todos los nutrientes necesarios para optimizar su éxito.

Normalmente en las matrices de los cebos se incluyen tres macronutrientes: carbohidratos, lípidos y proteínas, aunque es esencial incluir ingredientes adicionales para proporcionar una fuente de alimento completa. Los cebos que se basan únicamente en azúcares obtienen resultados mucho menos óptimos.

Atraer y estimular la ingesta del cebo

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No sólo los nutrientes son importantes, hay otro factor muy importante también, los elementos estimulantes, para estimular la atracción y apetencia hacia el cebo y conseguir que consuma grandes cantidad de éste y del tóxico que contiene.

Aunque es posible, resulta difícil que un alimento reúna ambas características. Por ello incluir elementos que combinen ambas cosas es la clave para que el insecto consuma gran cantidad del producto.

La cantidad de cebo que el insecto consuma en una única ingesta es muy importante y más teniendo en cuenta los efectos tóxicos secundarios. Si ingiere suficiente tóxico no sólo morirá ella si no que transferirá el veneno a otros, ya que al consumir grandes cantidades defecan y regurgitan más sustancias que contienen tóxico.

Las cucarachas no se alimentan de cualquier cosa

A pesar de tener un cerebro de estructura simple, las cucarachas son conscientes de la distribución espacial del alimento y del agua en el entorno en el que se encuentran. No se alimentan al azar y son conscientes de la distancia que hay desde la fuente de alimento y agua hasta sus refugios.

A pesar de vivir en grupos, las cucarachas se alimentan de forma individual. Lo hacen a través de olores o señales visuales, que adquieren tras explorar el terreno.

Al principio, al llegar a un nuevo entorno las cucarachas exploran de manera aleatoria hasta que se conocen el terreno y se desplazan únicamente en las direcciones donde saben que hay comida y agua.

Además su manera de alimentarse varía según el estadio en el que están, siendo más aventurares en el quinto estadio que en su estado de ninfas (primer y segundo estadio), en el que apenas salen del refugio. Las ninfas constituyen alrededor del 60% de la población, y esto es un aspecto a tener en cuenta para que el cebo tenga éxito.

¿Dónde colocar el cebo?

Una vez que sabemos que las cucarachas tienen complejas redes para conectar el alimento, las fuentes de agua y su refugio hay que averiguar cuál es el mejor lugar para colocar el cebo.

Estudios demuestran que el cebo de gel les resulta más atractivo colocado en lugar de una fuente de alimento anterior, en una nueva ubicación, pero a la misma distancia de su refugio que su lugar de alimento habitual.

Sin embargo si se usa para sustituir la fuente de alimento original, en el mismo lugar o más lejos de su fuente de alimento, suelen ignorar el cebo. Esto ocurre porque notan algo extraño y suelen rechazarlo, lo identifican como una amenaza y cambian su comportamiento.

Por ello la ubicación de los cebos es muy importante, debe colorarse en muchas gotas pequeñas en muchas ubicaciones lo más cerca posible de los refugios, asegurándonos así de que será más eficaz. Y al colocar varios puntos se evita comportamientos agresivos entre ellas por defender el alimento.

Se evita con ello, que las cucarachas dominantes, expulsen a las otras y estas jamás lleguen a ingerir el tóxico, dado que una vez que son expulsadas de un lugar, rara vez vuelven a él.

Por ello es importante monitorizar e identificar la ubicación de los refugios para saber dónde colocar el cebo, haciéndolo así más eficiente.

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